A pesar de su importancia estética y funcional, la región frontal es un área tradicionalmente ignorada en el tratamiento del envejecimiento facial. La posición de las cejas, determinada por el equilibrio de varios grupos musculares y por la fortaleza de ligamentos orbitarios, tiene un impacto significativo en la posición del párpado y con ello en la estética orbitaria y en la amplitud del campo visual.
La contracción refleja del músculo frontal para compensar la ptosisciliar o la de los músculos de la región glabelar durante la gesticulación facial habitual, genera una serie de arrugas en la piel frontal inicialmente dinámicas, pero pasado un tiempo también presentes en reposo. El abordaje coronal o la elevación directa de las cejas eran los únicos tratamientos descritos para el envejecimiento del tercio facial superior. La emergencia en los últimos años de los abordajes endoscópicos o percutáneos, así como la utilización de la toxina botulínica han disminuido la morbilidad y el tiempo de baja social de los pacientes, facilitando la labor del cirujano a la hora de obtener resultados satisfactorios a un coste y riesgo bajo.
El envejecimiento afectará a la región periorbitaria tanto a nivel microscópico como macroscópico. Microscópicamente la epidermis y el tejido subcutáneo se adelgazarán, con la consecuente desaparición de la unión dermo-epidérmica; sumado a lo anterior se produce una progresiva desorganización de las fibras elásticas y del colágeno (elastosis) y un debilitamiento de la musculatura subyacente. Estos cambios se traducirán en variaciones de la pigmentación, arrugas e irregularidades de la piel. A nivel macroscópico el envejecimiento se traduce en ptosis palpebral, patas de gallo y arrugas superficiales y profundas. A pesar de que estos cambios pueden pasar desapercibidos en ciertas personas en otras, condicionan una expresión de fatiga, aburrimiento, tristeza o enfado aun cuando esta emoción no es la que sienta la persona en cuestión.
Con PLEXR podemos rejuvenecer la zona periocular, a lo que llamamos blefaroplastia no ablativa dinámica. El procedimiento se realiza por medio la emisión de spots pequeños de aproximadamente 500 micrones, los cuales deben ser espaciados para permitir la perfecta plasticidad de movimiento del párpado, y se logra tan pronto como lo que dura la sesión.
Cada uno de estos puntos sublima los corneocitos superficiales sin llegar a la capa basal, sin causar sangrado y, lo más importante, sin causar ningún daño necrótico a los tejidos circundantes y subyacentes. Se puede realizar este tratamiento utilizando anestesia tópica o por medio de infiltración, según lo considere conveniente el facultativo.
El término blefaroplastia hace referencia, en general, al conjunto de técnicas quirúrgicas que permiten la modificación de los párpados y pueden incorporar la extirpación de un cutáneo o muscular de los mismos, con o sin extirpación de la grasa orbitaria. Podemos clasificar las indicaciones de blefaroplastia en estéticas y funcionales.
Con PLEXR, abordaremos los tratamientos que tengan indicación estética, donde se incluya la exéresis de piel redundante; mermando la eficacia desde el punto de vista estético-visual, aquellos tratamientos que tengan indicación quirúrgica. Debemos siempre realizar una valoración cuidadosa donde recomendamos discutir las expectativas reales del paciente frente a un espejo o un adecuado soporte visual de imágenes que incluyan fotos antiguas.